23 Octubre 2013por Pedro A Muñoz
Página 1 de 2 de Stefan Junestrand, director general y socio fundador del Grupo Tecma Red
Para Stefan Junestrand, "en el sector del edificio inteligente confluye una gran cantidad de diferentes subsectores con un gran peso en la economía y cuesta que se pongan de acuerdo entre ellos para actuar conjuntamente. Hay que tener en cuenta en este ámbito están presentes objetivos arquitectónicos, tecnológicos, ambientales y económicos, que incrementan la satisfacción y productividad de sus ocupantes en el marco de un ambiente de máximo confort y seguridad".
"Así, como el concepto de edificio inteligente es multidisciplinar, aquí hay empresas de telecomunicaciones, de domótica y de seguridad, pero en gran parte haciendo la guerra por su cuenta… Hay que lograr este acercamiento. Esperamos que el Congreso de Edificios Inteligentes juegue un gran papel, permitiéndonos ver cuál es hoy el estado del arte, qué es lo que está haciendo el sector, los proyectos que se están llevando a cabo… Nosotros sólo lo organizamos, presentamos y llevamos la presidencia del comité técnico", subraya Junestrand.
o21. ¿Esta convocatoria se realiza por encargo de alguna asociación sectorial?
S. J.: Como Tecma Red somos un grupo independiente. No formamos parte de asociación alguna, tampoco participamos en ninguna empresa y llevamos trece años informando sobre edificios inteligentes; información que obtenemos, procesamos y hacemos llegar a estas empresas.
Digamos que somos absolutamente neutrales en nuestros objetivos. No pretendemos ir en una dirección determinada u otra, posición que siempre genera reticencias y no permite concretar bien actividades de este tipo. De modo que, gracias a la muy buena relación que tenemos con todos estos actores, la enorme mayoría aprobó la iniciativa… y adelante.
o21. ¿Cuánto tiempo ha llevado preparar esta iniciativa? Me imagino que su grupo tendrá experiencias previas en este sentido?
Desde que nos planteamos esta idea hasta hacerla realidad han transcurrido unos dos años. En cuanto a la experiencia, hemos organizado otros congresos, como el “I Congreso de Energía Casi Nula” celebrado en Madrid y al que acudieron unos 500 arquitectos durante casi dos día. Un encuentro que el año que viene volveremos a repetir. También organizamos el “I Congreso Smart Grids”, redes inteligentes eléctricas, centros neurálgicos para redes de distribución, visión de empresas sectoriales, etc. En cuanto al Congreso de Edificios Inteligentes, un tema que exige mayor profundidad, vimos que era el momento de hacerlo.
o21. Apoyados por alguna estructura, claro
S. J.: Como arquitectos consultores llevamos 15 años publicando noticias sobre edificios inteligentes; creo que tenemos una visión sectorial amplia. Por otra parte, tal como he dicho, nosotros sólo lo organizamos, presentamos y llevamos la presidencia del comité técnico, que ha sido el encargado de valorar las 91 propuestas de ponencias que llegaron y que cubrían un amplio abanico: no sólo hablan de renovables, también del control de la energía en sus diversas variantes.
Se seleccionaron finalmente 60 comunicaciones según el tema que proponían y el Comité Técnico (20 miembros) valoró y puntuó cada uno. Con el fin de crear un programa variado, los temas han sido valorados y calificados, al menos, por cuatro personas, tras haber sido analizadas y discutidas en reunión.
o21. ¿Cuál ha sido la trayectoria del edificio inteligente en España?
S. J.: Partamos de la base que el concepto de edificio inteligente no es nuevo. Arranca desde la primera crisis del petróleo, crisis que quizás no impactó tanto en España como otros países del mundo occidental o el Norte de Europa, donde en los años 70 ya se empezaba a desarrollar una normativa de construcción en esta dirección. Sobre todo de aislamiento.
En Suecia el mínimo aislamiento son entre 30 o 35 centímetros de pared y en el tejado, de 40 centímetros para arriba. Digamos que en un principio se actuó motivado básicamente por los impactos energéticos. Posteriormente se fueron integrando los continuos avances tecnológicos que incorporaban las inmensas posibilidades que brindaba la tecnología.
Pero en España el concepto de edificio inteligente ha tenido un desarrollo mucho más tardío. Creo que en un comienzo los primeros edificio llamados inteligentes - de oficinas sobre todo -, no pretendían el ahorro energético, tendían a ser oficinas atractivas destinadas a alquiler, ya que se veía venir un mundo tecnológico del cual la mayoría de los edificios o el tradicional edificio de oficinas no estaban preparadas.
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