No es necesario hacer un gran esfuerzo de memoria para coincidir con el autor en que la mayoría de los líderes intentan controlar más de la cuenta en el trabajo; y no solo eso, al intentar hacer más de lo debido, rinden menor de lo que pueden, al igual que sus equipos. De ahí la gran recomendación “(Ud.) Será un líder más efectivo si, en lugar de hacer el trabajo usted mismo, deja que otros lo hagan. En otras palabras deje trabajar y empiece a liderar”.

Un líder debe dedicarse a facilitar el trabajo a los demás y dirigir sus actos de tal forma que combinen sus esfuerzos para lograr un producto final más efectivo.

¿Qué es más importante, sus acciones como líder o las reacciones del equipo?. También es probable que los mejores miembros del equipo se sientan cada vez más molestos porque esté haciendo lo que ellos que ellos podrían, deberían y querrían hacer. Hay que permitir que el resto del equipo sienta orgullo por lo que hace.

De lo contrario, el resultado final puede ser un malestar, un simple “pasar” y allá te las arregles, o bien un odio hacia ese líder que interfiere en su trabajo y que además se gana la reputación de ser un maníaco del control y un micro directivo.

Título: “Hacer ¡Nada!. Cómo dejar trabajar a su equipo y conseguir grandes resultados Autor: J. Keith Murnighan Edita: Conecta