24 Noviembre 2012
Trabajando en colaboración con científicos del Instituto Fraunhofer IOSB, en Karlshure, y con la compañía especializada en tecnologías oculares y HMD TRIVISIO, los investigadores del COMEDD han conseguido crear “lentes de datos” equipadas con pantallas controladas por los movimientos del ojo humano.
Estas gafas dan acceso a lo que se conoce como “realidad aumentada”, técnica que enriquece el mundo real con información visual adicional, haciendo posible, por ejemplo, evaluar con mayor exactitud los daños a reparar; o bien utilizar los ojos para pasar las páginas de cualquier manual virtual de instrucciones que se esté consultando.
Puede ser el caso de un mecánico o de un técnico de mantenimiento que trabaja en una reparación compleja, de un profesional (médico, abogado, analista. etc.) que busca información en documentos para orientarse. Gente que al hojear libros y documentos pierde concentración, motivo por el que sus trabajos pueden exigirle mucho más tiempo del calculado.
Las gafas del COMEDD - presentadas como un kit, formado por gafas con su hardware y software correspondientes -, aparecen sólo unos meses después de que lo hicieran las de Google, las primeras de realidad aumentada, según la compañía.
La investigación en “realidad aumentada” se ocupa de explorar la aplicación de imágenes generadas por ordenador en tiempo real a secuencias de vídeo, como método para ampliar el mundo real. Incluye el uso de pantallas colocadas en la cabeza, un display virtual colocado en la retina para mejorar la visualización, y la construcción de ambientes controlados mediante sensores y actuadores.
En la época en que vivimos, cuando la rapidez en la detección de datos constituye un elemento fundamental en cualquier trabajo, estas gafas aportan un factor de rentabilidad considerable. Tengamos en cuenta que la búsqueda de información no ha mejorado sustancialmente con la irrupción de los ordenadores personales, los portátiles o los smartphones que, si bien proporcionan un acceso directo a los datos necesarios, no es menos cierto que en estos casos también hay que rastrear y buscar en múltiples páginas Web, además de utilizar numerosos clics para encontrar lo que se necesita.
Otra de las desventajas de esta modalidad de búsqueda de información estriba en que las herramientas que en ese preciso momento el operador esté utilizando en las reparaciones, operaciones o elaboración de sus respectivos trabajos, deben dejarse de lado para utilizar las manos en el manejo de libros, documentos u ordenadores.
Buscar solución a estos problemas ha sido un desafío largamente planteado para los investigadores del Centro Fraunhofer COMEDD, que han venido trabajando durante varios años en el diseño de dispositivos de visualización similares a un casco (HMD o Head Mounted Displays), destinados a facilitar el trabajo de los mecánicos.
Según un comunicado de COMEDD, estos dispositivos se basan en diodos orgánicos de emisión de luz (OLED, por sus siglas en inglés), diodos constituidos por capas electroluminiscentes formadas por una película de componentes orgánicos que reaccionan a la estimulación eléctrica. Esto permite a los OLED generar y emitir luz por sí mismos.
Según explica Rigo Herold, director del proyecto: "Nuestras gafas están equipadas con un nuevo chip CMOS que incluye una cámara y una pantalla OLED”. Hay que recordar que esta es la primera vez que los investigadores del COMEDD integran OLED y fotodetectores sobre la superficie de un chip de este tipo. Herold indica, además, que el chip CMOS “cuenta con unidades de transmisión y recepción que configuran los elementos de información de manera secuencial”. El resultado es una micropantalla bidireccional, que permite tanto grabar como reproducir imágenes.
Este chip prodigioso mide solo 11 por 13 milímetros, pero aún así acoge cuatro píxeles OLED - responsables de generar las imágenes que aparecen en la micropantalla.- y un fotodiodo en su centro que detecta los movimientos del ojo del usuario. El sistema completo permite que, al mirar a través de las gafas como si se estuviera observando el horizonte, los usuarios puedan ver cualquier cosa, desde un dibujo hasta un mapa aparentemente proyectado a una distancia de más de un metro de ellos.
Según Herold estas gafas constituyen “"una nueva generación de sistemas de gestión de la información personalizados". El científico explica que sus “gafas de datos permiten ver el mundo real de manera corriente, y también registrar los movimientos de los ojos”. A partir de estos, y con solo un vistazo a la tecla con una flecha, se pueden pasar las páginas de los manuales.
Herold concluye que “a pesar del hecho de que las gafas de datos de Google, por ejemplo, son un poco más elegantes (que las nuestras), en ellas la navegación por los menús todavía requiere del uso de joysticks, mientras que nuestras gafas no los necesitan”. Por eso, gracias a estos dispositivos, cualquiera “ya sea un técnico o un médico, podrá tener las manos libres y concentrarse plenamente en la tarea que esté realizando”.
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