Olga Vaamonde

La solución al desafío de la energía es compleja y requiere de una mayor colaboración entre los fabricantes, ingenieros e instaladores, por su responsabilidad como profesionales y como ciudadanos.

Hablamos de tener instalaciones eléctricas eficientes, inteligentes, pero no podemos olvidar la seguridad de las mismas. Los niveles de eficiencia requeridos implican nuevas infraestructuras, nuevas tecnologías, pero al fin y al cabo, el primer paso antes de emprender un proyecto de eficiencia es tener una instalación actualizada y protegida.

Y todo en un contexto de globalización de todos los ámbitos de nuestra sociedad. Vivimos ya de forma global, algo que se traduce en un aumento inexorable de la normativa internacional, no sólo los estándares europeos o norteamericanos; hablamos de un concepto mundial donde tienen cabida otros estándares de calidad, tan exigentes o más que las normas europeas.

Pero esto no es suficiente a la hora de acometer instalaciones terciarias de calidad; hace falta un producto estandarizado unido a un excelente servicio postventa, apoyo técnico y una red comercial que acompañe al instalador-mantenedor de utilities.

El prometedor mercado que se abre bajo el concepto SMART, o instalación inteligente, es sin duda una oportunidad que beneficia a todos. Ser más responsables y eficientes con las instalaciones y el consumo energético, tener una comunicación bidireccional entre la compañía eléctrica y el consumidor final, solucionando averías y cortes en menos tiempo, y facilitando información de utilidad tanto en la generación como en el lado del consumo, etc. Este es el camino emprendido sin retorno, por todas las ventajas que reportará al consumidor final.

La gestión digital de la electricidad es un concepto a introducir en nuestro nuevo argot técnico. Tanto a través de la domótica e inmótica, como a través de toda la aparamenta modular para la protección de instalaciones eléctricas, telecontadores, etc., se racionalizan las cargas y se podrán aprovechar las distintas tarifas eléctricas, además de obtener información útil on time.
Por ejemplo, si hay picos de demanda eléctrica el usuario puede desconectar algunos circuitos eléctricos no prioritarios y evitar que se interrumpa el suministro. Llegado el caso, la acción de los equipos magnetotérmicos, diferenciales, interruptores de control de potencia, etc. será siempre la adecuada y en tiempos evitando problemas de seguridad en la instalación terciaria.

La Eficiencia y la tecnología Smart es la gran revolución de nuestro tiempo, una mezcla entre tecnología e inteligencia humana invertida en el bien de nuestro planeta. Para la multinacional Chint Electrics es un desafío asumido, estando listos para afrontar los nuevos retos haciendo que la instalación sea sencilla, de calidad, responsable y competitiva.

Olga Vaamonde es general manager de Chint Electrics