Pero el tema no es de hoy. Diversos científicos vienen advirtiendo que – sobre todo en el sector terciario - trabajar turnos en horarios extendidos (abusando de las horas nocturnas) puede envejecer prematuramente el cerebro. Una investigación realizada a lo largo de toda una década encontró que los cerebros de aquellos empleados que trabajaban turnos de horarios extendidos, envejeció seis veces más que lo normal. Aunque se advirtió algo de recuperación en aquellas personas que dejaron de hacer esos turnos, se recuerda también que precisaron cinco años para reparar el daño. No hay que olvidar que los resultados de estos y otros descubrimientos son importantes para el tratamiento de la demencia, ya que muchos de los pacientes que padecen esta enfermedad tienen sueño irregular.

Las relaciones además, pueden verse afectadas si una de las partes trabaja y no duerme cuando y cuanto debería. No hay que olvidar tampoco que aquellas personas que duermen menos de seis horas por noche son más propensas a desarrollar alteraciones de la glucosa en ayunas (síntoma que precede a la diabetes 2), según un trabajo realizado en 2009 por investigadores de la Universidad de Nueva York en la ciudad de Buffalo.

Una noche de insomnio puede conducir a la euforia de corto plazo y a la disminución de la capacidad de toma de decisiones, advierten científicos de la Universidad de California, Berkeley y de la Escuela de Medicina de Harvard, en un estudio de 2011. Sin embargo muchos de nosotros seguimos abusando del trabajo buena parte de las noches. ¿Qué podemos hacer para mantener la productividad durante la madrugada y funcionar con efectividad al día siguiente?

La pregunta es obvia, ¿es posible funcionar bien con poco sueño?. Aunque los científicos estudiosos del sueño no abogan por trabajar toda la noche, Kevin Morgan, profesor de psicología y director de la Unidad Clínica de Investigación sobre el Sueño de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, señala algunas ventajas. "Durante la noche hay menos distracciones, se puede controlar el entorno". Aconsejable o no, las noches en vela son parte de la vida para muchos de nosotros.

El caso es que diversas investigaciones científicas coinciden en que los malos hábitos de sueño son dañinos para nuestra salud y bienestar. El estudio de la neoyorkina Universidad de St. Lawrence encontró que las graduaciones obtenidas por estudiantes que nunca habían trasnochado fueron superiores en un 7% que las de los estudiantes que solían permanecer despiertos toda la noche. Determinó también que el 60% de los estudiantes encuestados se mantuvo despierto toda la noche al menos una vez desde que entró en la escuela.

Pero – todo hay que decirlo - la práctica no se limita a los estudiantes que se queman las pestañas para los exámenes, ya que esta es una actitud común entre profesores, ejecutivos y personas cuyo trabajo exige horarios poco convencionales.
Ahora bien, si no queda más remedio que trabajar un buen número de horas por la noche, hay que tener en cuenta algunos factores.

"La luz es una señal de vigilia para nuestro reloj biológico y nos indica que es hora de estar despierto y activo", recuerda la doctora Joëlle Adrien, neurobióloga y directora de investigación del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia. “Pero – agrega – sobre todo en trabajos de oficina asegúrese de que la iluminación sea del color adecuado. Las investigaciones demuestran que la luz azulada, como una luz azul LED, lo mantendrá más despierto. La luz amarilla no es buena para mantenerse despierto. Nos relaja, así que debería evitarla si quiere trabajar toda la noche."

“Ahora bien, no hay que olvidar que nuestra capacidad cognitiva disminuirá a medida que trabajamos por la noche, dejándonos menos capaces para realizar tareas que requieran el procesamiento de información, señala el psicólogo Kevin Morgan, quien recomienda:

“Primero, deben realizarse las tareas cognitivas. Usted querrá que sus datos estén correctos. Las tareas más rutinarias y menos refinadas deben ser realizadas posteriormente, como por ejemplo dar formato a un documento. Para ello divida las tareas en dos categorías: cognitivas, que requieren razonamiento y procesamiento de datos, y otras tareas que son más rutinarias, como dar formato a un trabajo. Primero, realice las tareas cognitivas. Usted querrá que sus datos estén correctos. Las tareas más rutinarias y menos refinadas deben ser realizadas después, como por ejemplo dar formato a un documento", concluye.