Arantxa Bustillo y Marta Juste

En tiempos como los que corren, en los que encontrar financiación resulta tan difícil como hallar una aguja en un pajar, gestionar bien el dinero y buscar soluciones efectivas exige aguzar el ingenio y centrarse en la búsqueda de productos y mercado de bajo coste. Es lo que proponen las periodistas Marta Juste y Arantxa Bustillo en “Vivir Low Cost”, un libro lleno de reflexiones que hay que tener muy en cuenta.

“Oficinas Siglo XXI” conversó con Marta Juste, una de sus autoras, periodista y escritora española, que ha trabajado para medios como Radio Intercontinental o Europa Press y El Mundo; y que actualmente es redactora de Expansion online. 

o21. Gaggi y Narduzzi opinan en su libro "El fin de la clase media", que estamos asistiendo al nacimiento de la sociedad de bajo costo. ¿Hay razones para pensar en ello?

M. J.: La situación económica actual propicia el auge de lo que podríamos llamar 'la sociedad de bajo costo”, donde el consumidor se esfuerza por conseguir lo que quiere a un precio mucho más reducido del que hasta el momento había pagado.

o21. Se ofrecen muchos productos y servicios "low cost", que en realidad no lo son. Es decir, precio ínfimo y servicios con escasa o nula calidad. ¿Cómo separar claramente el "low cost" del ir básicamente a precio?

M. J.: No podemos relacionar el crecimiento de este tipo de consumo con que las compañías 'low cost' sean un fenómeno nuevo, pues en realidad la primera empresa “low cost” nació en los años 70 y en España, a principios del la década del 2000 ya existían varias aerolíneas de bajo coste. Sí que es verdad que en los últimos años hemos tenido que apretarnos más el cinturón y hemos buscado alternativas, como las compañías “low cost”, que han ido proliferando y ayudando a este tipo de consumo “de bajo coste” en el que la sociedad española actualmente empieza a confiar.

o21. Respecto al sector terciario y al mundo de los espacios de trabajo, ¿se puede plantear una oferta de oficinas de bajo coste, con las características propias de esta tendencia, que no signifique básicamente precio reducido? Si así fuese, podría ser una excelente ayuda para recuperar en parte el mercado inmobiliario español, en base a unos precios más ajustados.

M. J.: Las compañías 'low cost' son aquellas que recortan algunos de los servicios que ofrecen dejando siempre la esencia, lo que realmente busca el consumidor. En el momento en el que se recortan servicios básicos que no sean considerados “extras” afectando a la calidad del servicio o producto, esa compañía no puede considerarse 'low cost. Si un empresario decide ofrecer habitaciones de hotel 'low cost', podrá recortar en el servicio incluido de desayuno, el minibar u cualquier otro “extra”, pero jamás en la comodidad que debe suponer dormir en sus estancias.

o21. ¿Podría hablarse entonces de un modelo de oficina "low cost", que constituiría una solución en los críticos momentos que vivimos?

M. J.: Respecto las oficinas 'low cost', consideramos que el mejor modelo de negocio en este sentido es el que se aloja en Internet. Tenemos un claro ejemplo con la mayoría de compañías que se han trasladado a la red porque el abaratamiento de los costes de mantenimiento es impresionante. Pagar el alquiler de un edificio, de la maquinaria, del personal (recepción, limpieza, mantenimiento...), es muy elevado en comparación con el coste de un negocio que tiene su sede en la red. Reducir al máximo las oficinas responde mejor a un modelo de negocio “low cost” que reducir las prestaciones de las mismas, pues seguramente, con la crisis, las 'bondades' de los espacios de trabajo ya se hayan quedado reducidos a su mínima esencia para recortar gastos.