“España es uno de los países con horarios laborales más extensos y ,sin embargo, con la productividad como una asignatura pendiente. Queremos abrir un debate en torno a la posibilidad real del trabajo flexible; las herramientas tecnológicas necesarias existen, están al alcance de todos y los beneficios que aporta son indudables. Para ello, hemos puesto en marcha este proyecto, ya que queremos demostrar que facilitar a los trabajadores un modelo de trabajo flexible, apoyado en la tecnología es algo que mejora la productividad”. Con estas palabras, el pasado 22 de junio, María Garaña, presidenta de Microsoft Ibérica, presentaba la iniciativa “El Día de la Oficina en Casa”, que cuenta con la cooperación del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Una iniciativa, en la que participan más de 162.000 trabajadores, profesionales y autónomos y cerca de 500 empresas.

Los datos hablan por sí solos. Según un estudio realizado por la consultora Vanson Bourne para Microsoft, entre 1.500 personas en 15 países europeos, un 76% de los empleados que tienen una mayor flexibilidad laboral en España consideran que son más productivos cuando trabajan desde casa (este porcentaje es del 56% en el global europeo).

Asimismo, el 52% cree que esta flexibilidad les hace más productivos, ya que les facilita ajustar su horario laboral a sus compromisos personales. De este mismo estudio se desprende que son las pequeñas empresas (con menos de 50 trabajadores) las que atienden en mayor medida las demandas de sus trabajadores de disfrutar de una mayor flexibilidad a la hora de decidir cuándo, dónde y cómo trabajar.

Concretamente, la cuarta parte de los empleados de las pymes trabajan regularmente fuera de la oficina, mientras que esa cifra desciende hasta el 9% en las plantillas de las grandes compañías (con más de 500 empleados).

Para intentar corregir estos desfases, “El Día de la Oficina en Casa” plantea su actuación basada en tres pilares de actuación:

1. Incremento de la productividad empresarial. El trabajador puede desempeñar sus tareas en cualquier momento y desde cualquier lugar, incluidos sus hogares. La consultora IDC estima que actualmente existen en el mundo más de mil millones de trabajadores móviles, colectivo que representará en 2013 más de la mitad de la fuerza laboral en Europa.Trabajar desde casa y ser productivo, es factible, ya que no precisa una gran inversión en infraestructura, basta con aprovechar las herramientas y la formación de la que ya disponen o la que, por ejemplo, Microsoft ofrece sin coste. “Al implantar un modelo de trabajo flexible, las empresas pueden llegar a ahorrarse unos 1.200 € por empleado y año, además de fomentar el compromiso del empleado con la empresa y reducir la rotación laboral”, afirma David Negrete, director de la Unidad de Productividad y Colaboración de la empresa, recordando las soluciones de productividad y colaboración que esta ofrece, como Office 365, básica para lograr tales ahorros. Además, utilizando de los servicios de mensajería, colaboración y comunicación de la compañía, cualquier empresa consigue reducir sus costes tecnológicos de un 10% a un 50%.
2. Los trabajadores. Una política laboral flexible supone la posibilidad de mejorar la conciliación de la vida personal y profesional, además de ganar 216 horas anuales utilizadas, como media, en desplazamientos desde el domicilio a su lugar de trabajo. Esta mayor disponibilidad de tiempo libre y la opción de organizar sus tareas atendiendo a criterios de conciliación, no sólo disminuye el estrés laboral, sino que aumenta la citada productividad. Entre las personas con alguna discapacidad física, la opción de trabajo remoto supone importantes ventajas al eliminar la necesidad de un buen número de desplazamientos. “A fin de cuentas, el concepto de la Oficina en Casa se construye sobre la idea de que lo que realmente importa es que el trabajo esté bien hecho y sea entregado en el plazo estipulado, dejando libertad al empleado para que concilie su vida profesional con la personal y sea autónomo para gestionar su tiempo. Se trata de poner fin a una cultura basada en situar al empleado el mayor número de horas dentro de la oficina. El trabajo debe ser una actividad, no un lugar al que desplazarse”, resume Negrete.
3. Respeto por el medio ambiente. Si se tiene en cuenta que España genera más de 420 millones de toneladas de CO2 anuales y que buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero se deben a desplazamientos en automóvil, la opción de trabajar desde casa supone una reducción considerable en la emisión de gases contaminantes. 

En este sentido, Juan Junquera, Secretario de Estado de Telecomunicaciones, recordó que "con el teletrabajo se evitan muchos desplazamientos en vehículos particulares, esto supone un considerable ahorro de combustible y sobre todo, de cuidado para el medio ambiente". De hecho, y según fuentes de Microsoft, gracias al teletrabajo en nuestro país, se reduce cerca de 2.000 toneladas de CO2 diarias.