Torrespacio

Entre los edificios de oficina construidos en Madrid durante la última década, destaca sin duda Torrespacio, sede de OHL, uno de los mayores grupos de construcción, servicios y medioambiente de España. Se trata de un “edificio inteligente” planificado con una filosofía bioconstructiva y diseñado atendiendo las necesidades de ergonomía fundamentales de un espacio de trabajo. Sobre todo si se trata de oficinas. De ahí que sus sistemas de climatización e iluminación sean inteligentes y ayuden a mejorar la comodidad de las personas que trabajan en él.

Del edificio llama la atención su fachada, cubierta por una doble cara de cristal que protege el interior de las radiaciones del sol, mientras que la iluminación se realiza a través de fluorescentes de alto rendimiento, y es ajustable en función de la luz exterior. La temperatura y la posición de las persianas también se regulan de forma automática, dependiendo de la aportación de calor exterior. La peculiar estructura de esta construcción fue diseñada por el estudio neoyorquino de arquitectura Pei Cobb Freed & Partners, buscando crear un edificio que tuviese una presencia emblemática tanto a pie de calle como en el skyline de Madrid. Cada una de las plantas responde a un proyecto diferente, ya que la construcción parte de una base cuadrada y según toma altura va perdiendo sección, lo que genera una curva que representa la función matemática coseno.

Pero las innovaciones no terminaron ahí, ya que al tratarse de un edificio con una peculiar distribución de su planta formada por dos triángulos, OHL se vio enfrentada a un gran reto a la hora de definir la concepción del espacio. Es decir, no sólo debía acoger en su interior las oficinas de OHL, sino que también otras empresas del Grupo Villar Mir como Ferroatlántica, Fertiberia, Inmobiliaria Espacio y Pacadar. De modo que OHL decidió encargar este desafío encargó a AF Steelcase, compañía española especializada en asesoramiento y diseño de espacios de trabajo, el equipamiento de mobiliario de su nueva sede.

Según José Manuel Garrido Pérez, Jefe de Servicios Generales de OHL, esta “no sólo buscaba un edificio emblemático en el diseño de Madrid, sino que su preocupación por la comodidad de los empleados, el aprovechamiento del papel, la gestión de los ruidos, la interacción entre la tecnología y los trabajadores, etc., le llevó a buscar la creación de un espacio concebido para facilitar la generación y gestión de conocimiento".
Para poder realizar este complejo reto la Dirección de Organización y Sistemas de OHL llevó a cabo una exhaustiva investigación en las oficinas de importantes compañías de nuestro país que últimamente se han trasladado de sitio y siguen los últimos criterios de diseño y distribución de espacios, lo que le ayudó a tomar decisiones basándose en los aciertos y errores de la planificación de cada una de ellas.

La adjudicación del proyecto de equipamiento del espacio de trabajo se produjo tras un concurso celebrado hace tres años y en el que participaron 17 empresas del sector. La amplia experiencia de Steelcasese le permitió moverse con rapidez y presentar un prototipo de puesto de trabajo totalmente adaptado a las necesidades expuestas en el pliego de condiciones del concurso, lo que permitió que fuese la empresa seleccionada para colaborar con OHL en este importante reto.