o21. Pero parece haber más problemas: los datos indican que, la propia competencia del mercado unida a las mejoras tecnológicas, hace que los precios vayan bajando. Algo especialmente grave cuando hablamos de la antigüedad de los equipos. ¿Cómo se enfoca este tema? ¿Acuerdos a medio y largo con los proveedores? ¿Renting?

J. C. E. G.: Efectivamente, la velocidad a la que la evolución tecnológica nos obliga a adecuar nuestro parque de maquinaria impide, en muchas ocasiones, su adecuada amortización en plazo y un ordenado retorno de la inversión, de modo que nos permita afrontar nuevas infraestructuras.

Además, hablando de antigüedad de los equipos, la reprografía se enfrenta a un reto añadido, cual es de la caducidad de los contratos de mantenimiento respecto de equipos en perfecto estado de “utilidad” pero de los que no se admiten renovación o lo son a precios poco rentables.

Desde AER se trabaja en fórmulas alternativas que, con la sinergia del conjunto, permitan mantener o proporcionar asistencia técnica a nuestros equipos en condiciones más asumibles, aliviando un poco la fuerte carga que actualmente significa el ritmo de renovación impuesto. Mientras que fórmulas como el leasing o el renting representan instrumentos de financiación que, en función de su adecuada negociación - a la que la asociación brinda su asesoría jurídica -, pueden ayudar al reprógrafo a planificar mejor su política de inversiones.

o21. Sobre el cliente/empresa hay un tema que llama especialmente la atención, los documentos impresos y editados que se repartirán entre clientes, socios e informadores diversos, documentos que – por su capacidad informativa – pueden jugar un papel decisivo en la consecución de los objetivos empresariales. ¿Qué opinan sobre este tema los empresarios de su Asociación, cuando se va intensificando la utilización de dispositivos de almacenamiento como el 'pen-drive'?

J. C. E. G.: El CD, el DVD y, hoy, el 'pen-drive' son herramientas con una indudable repercusión en la actividad reprográfica, en dos sentidos: uno menos positivo y otro que, sin duda, aporta valor añadido a nuestra actividad.

En líneas generales, la irrupción de dispositivos de almacenamiento masivo de información y la fácil distribución de sus contenidos, ha provocado una reducción del número de ejemplares impresos, con especial incidencia en determinados sectores (edición de proyectos de arquitectura, ingeniería y obras públicas, etc.) y en ese sentido, también nosotros, como otros (principalmente las entidades de gestión de derechos de autor), pero con más razón que ellos, nos declaramos damnificados del CD y reclamamos nuestra parte alícuota en el “canon digital” por las ventas perdidas a consecuencia de ello –esperamos que se entienda la ironía–.

Sin embargo, el reprógrafo, a diferencia de otros – los mismos de antes…–, y sin ironía, ve en los retos, nuevas oportunidades de negocio investigando la manera de incorporar al ciclo productivo las posibilidades de dichos dispositivos, haciéndolas compatibles con nuestra producción típica y generando valor añadido en todo el proceso reprográfico.

Con toda probabilidad, encontraremos negocio en la realidad incipiente que son las denominadas “nubes” (traducción romántica del “cloud computing”) que ofrecen la posibilidad de guardar, acceder y procesar infinita cantidad de información y ejecutar todo tipo de tareas, desde un procesador de texto a antivirus o servicios de e-mail fuera de nuestro escritorio, y, que sin duda, dejarán obsoletos los 'pen-drive' en poco tiempo.

o21. Hace muchos años se viene hablando de la aparición y consolidación de la oficina sin papel, pero la verdad es que nunca ha habido más papel que ahora. De todas maneras es un objetivo alcanzable; por ello ¿cómo perciben esta tendencia en su Asociación? ¿Hasta qué punto pueden variar las pautas de comportamiento de sus clientes?

J. C. E. G.: En AER, como en todo el gremio de Artes Gráficas, venimos asistiendo al mito de que las nuevas tecnologías acabarán con el uso del papel (plasmado en la oficina sin papel) desde hace bastante tiempo – desde la generalización del uso del PC y una impresora láser conectada como terminal de impresión–; pero la realidad es que la creciente capacidad tecnológica y la gran versatilidad del papel ha hecho posible el continuo desarrollo de nuevos productos de alto valor añadido con sorprendentes prestaciones e insospechadas aplicaciones.

Ahí está el papel impermeabilizado, cushion, microrizado, metalizado, inter-leaving, autoadhesivo... con propiedades como la inhibición del moho, la resistencia a elevadas temperaturas, la gran extensibilidad... Más del 30% del papel que hoy empleamos responden a nuevas funcionalidades que hace diez años no existían. Las modernas tecnologías de la comunicación han llevado la imprenta a casa, a la oficina... (la imprenta ubicua): nunca fue tan sencillo imprimir un documento en papel… y no es previsible que esto dé un vuelco radical, aunque habrá que acostumbrarse a convivir con otros dispositivos y compatibilizar sus posibilidades.

o21. Finalmente, en cuanto a las tecnologías sostenibles. ¿Existen determinadas pautas de comportamiento de esta Asociación que recomienda a sus usuarios?

J. C. E. G.: Es un aspecto que preocupa sobremanera al reprógrafo por varias razones. Primero, la necesidad de incorporar a la actividad reprográfica las nuevas posibilidades que las tecnologías denominadas sostenibles (tintas y toners basados en resinas reciclables) y los soportes ecológicos o basados en producción renovable pueden proporcionar a nuestro negocio tradicional.

Segundo, por desmontar determinados mitos falsos sobre el uso del papel y sus consecuencias sobre el medio ambiente, para aclarar que el papel se cultiva y se recicla y que frente al mito de la deforestación, los datos muestran que la adecuada gestión de la producción de papel está frenando esa deforestación, aumentando la superficie que ocupan los bosques (en España ha aumentado más de 5 millones de hectáreas en los últimos años).

El papel es un almacén de CO2 que lo retiene, sin liberarlo a la atmósfera, y su producción se incardina en una industria que, en España, ha protagonizado en los últimos años una verdadera "revolución medioambiental", logrando que más del 75% de su producción total se realice bajo un Sistema de Gestión Medioambiental, muy por encima de la media de la industria española.

Finalmente, la dispersión de la normativa medioambiental y de gestión de residuos entre las distintas Comunidades Autónomas con capacidad normativa y ejecutiva sobre la materia, dificulta su óptima aplicación, siendo una asignatura en la que fabricantes, distribuidores, usuarios y empresas gestoras deben lograr acuerdos que faciliten su correcta adecuación.