11 Julio 2011
Uno de los principales objetivos de un moderno entorno profesional busca asegurar en su oficina una atmósfera relajada y agradable, utilizando colores funcionales, sin elementos que distraigan la atención del empleado. En efecto, no es ningún secreto que despachos con mobiliario anticuado, mal iluminado y con paredes grises, algo desconchadas, sucias o pintadas de un blanco irritante, generan una atmósfera deprimente y tediosa, a la vez que producen trastornos visuales, dolores de cabeza y un malestar físico que dan como resultado un trabajo escaso y deficiente y unos enormes deseos de evasión.
Una investigación efectuada por el gobierno estadounidense para medir la eficiencia en el trabajo de un grupo de empleados, demostró que un cambio del color en sus oficinas evidenció un aumento del 37,4% de rendimiento en el trabajo.
Es importante tener claro que, en una oficina moderna, mesas, sillas, armarios, ordenadores, archivos, etc., deben de armonizar entre sí y no ofrecer discordancias de color o de forma. Cada elemento tiene que dar la impresión de que pertenecen a una misma familia, aunque sean distintas en formas y tamaños. Sus colores deben estar bien adaptados al conjunto arquitectónico, sin una variedad excesiva ni repeticiones que puedan producir una impresión de monotonía.
/ Es de gran importancia que entre el mobiliario y el edificio exista una buena armonía no sólo en sus colores, sino también de sus diseños. Objetivo: crear el mejor ambiente de trabajo
Es de gran importancia que entre el mobiliario y el edificio exista una buena armonía no sólo en sus colores, sino también de sus diseños. Objetivo: crear el mejor ambiente de trabajo
Debemos partir de la base que, en general, las personas desean un entorno armonioso. Quieren que el color les estimule, sin llegar a confundir ni estresar. Por ello prefieren colores suaves y claros que humanicen su entorno como, por ejemplo, los colores pastel cálido en amarillo y beige.
Evidentemente y por razones prácticas, los colores neutros, como el gris metalizado y los tonos antracita, se utilizan a menudo en las oficinas. No obstante, un toque de color en un tirador no es suficiente para crear un equilibrio agradable. Todos los elementos son importantes: la alfombra, las paredes, y por supuesto el mobiliario.
En el otro extremo, una fuerte exposición al color (por ejemplo con los colores de la identidad corporativa de la compañía), si no se adapta a las actividades desarrolladas, puede resultar agresiva para las personas y tener efectos negativos en su productividad.Para prevenir la monotonía, el uso del color debería cambiar en función de las actividades llevadas a cabo en los distintos entornos, pero siempre evitando un excesivo contraste de colores en un mismo entorno.
“Un equilibrio adecuado de colores, materiales y texturas puede proporcionar el tipo de estimulo sensorial que necesitamos para ser creativos y productivos en el trabajo. Los matices de colores y los diferentes grados de transparencia y de luminosidad pueden ayudar a crear este entorno diversificado” indica un informe de Steelcase, que ha elaborado una relación de colores y sus efectos sobre el trabajador de oficina.
- Amarillo. Simboliza la luz, la energía, favorece la actividad del cerebro, estimula la comunicación, la creatividad y la inspiración. A menudo representa el intercambio de información (símbolo de correos). Se recomienda para las salas de reuniones y los espacios de equipo.
- Naranja. Se parece al rojo, aunque sin tanta fuerza. Es un color cálido e íntimo que favorece la interacción con los demás de una manera más informal, y estimula el apetito. Los lugares ideales donde se puede utilizar son las zonas de bienvenida, áreas de reunión informales y cafeterías. Un matiz terracota resulta muy elegante y sobrio para espacios de equipo.
- Marrón. Simboliza el suelo, la tierra, la tradición, la seguridad. Los materiales marrones expresan proximidad a la naturaleza como el cuero o la madera. Los tonos marrones beige tienen efectos relajantes. Se deberían utilizar en entornos informales o tranquilos en los que se desarrolla la vida social.
- Rojo. Ejerce un fuerte impacto sobre las personas y es muy estimulante. Representa el poder, la excitación, el movimiento, la pasión. Si se utiliza en exceso puede resultar agresivo. El rojo debe evitarse en las tapicerías de las pantallas de separación de los puestos individuales. Si se utiliza de manera razonable puede aportar fuerza y categoría a las personas.
- Verde. Representa la naturaleza, la frescura, la fertilidad, el crecimiento y la esperanza. Abre la mente de las personas, favorece la concentración y el pensamiento abstracto. Tiene efectos relajantes y de equilibrio. Es idóneo para puestos de trabajo individuales o salas de formación en los que es necesario asimilar una gran cantidad de información.
- Azul. Es el color frío por excelencia. Representa la paz, la paciencia, la diplomacia, la estabilidad, la fidelidad, la seguridad, la racionalidad. El azul disminuye la tensión sanguínea y las pulsaciones. Tiene un fuerte efecto relajante sobre las personas. Resulta especialmente indicado para puestos de trabajo con un alto nivel de estrés, como los centros de llamadas, o en entornos donde se llevan a cabo negociaciones difíciles.
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